El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), una organización no gubernamental dedicada a identificar detenciones e irregularidades del régimen comunista para con los disidentes políticos, alertó a la población mundial tras haber contabilizado más de mil desapariciones tras arrestos en Cuba desde que comenzaron las protestas en las calles el 11 de julio reclamando por el fin de la dictadura.

“1004 desapariciones/detenciones en #Cuba desde el 11 de julio, 20 días de represión salvaje, 795 hombres (16 de ellos menores de edad), 209 mujeres (5 de ellas menores de edad)”, se puede leer en un mensaje publicado en Twitter por la OCDH.

Las protestas que comenzaron el 11 de julio en las calles de Cuba desencadenaron un verdadero grito de guerra, no solo en Cuba sino en muchas ciudades del mundo reclamando por una mayor intervención internacional para colaborar con poner fin al régimen castrista que desde hace 62 años continúa manteniendo un dominio absoluto en la isla.

Según analistas internacionales, las protestas, que ocurrieron en más de 40 ciudades y pueblos en todo el país, fueron organizadas espontáneamente por varios grupos prodemocracia y entendidas como las más grandes desde el comienzo de la revolución.

La comunidad internacional ha destacado que, si bien las protestas en Cuba fueron, según todos los informes, abrumadoramente pacíficas, las autoridades cubanas respondieron desplegando fuerzas especiales de seguridad estatales y los represivos grupos de fuerzas especiales conocidos como boina negra, con el objetivo de realizar arrestos masivos, abrir fuego contra multitudes de disidentes y dar palizas públicas para difundir terror a cualquiera que considerara unirse al movimiento.

Díaz-Canel, líder actual del régimen castrista en Cuba, la noche del 11 de julio apareció en la televisión pública para declarar una “orden de combate”, alentando a los defensores del régimen a agredir físicamente a cualquiera que consideren que pudiera apoyar las protestas.

Los disidentes en la isla han descrito las casi tres semanas desde las protestas del 11 de julio como “intensamente violentas”. Las fuerzas de la boina negra han realizado redadas puerta a puerta en busca de presuntos manifestantes en casi todas las ciudades importantes y han disparado contra los manifestantes en sus propias casas.

Los números oficiales de detenidos y desaparecidos son inciertos porque el gobierno se niega a reconocer la feroz represión seguida de arrestos y desapariciones. Varios periodistas y manifestantes estiman en miles de encarcelados y desaparecidos en base a la magnitud de las protestas.

El recuento de la OCDH es el mayor número confirmado hasta el momento de personas desaparecidas o bajo custodia policial desde que comenzaron las protestas, el cual informa que hasta el 1 de agosto, el número total es de 1004 personas.

El titular de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, se encuentra desaparecido en manos del régimen comunista y sin prueba de vida. Se cree que la UNPACU es el grupo a favor de la democracia más grande de la isla, pero ninguna evidencia sugiere que Ferrer haya jugado algún papel en las protestas.

También se encuentra desaparecido el fundador del colectivo prodemocrático Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara. El grupo de Otero fue en gran parte responsable de organizar grandes protestas en la sede del Ministerio de Cultura en La Habana el año pasado y por este motivo venía sufriendo una severa persecución, a pesar de que el propio Otero ha dicho que “no quieren derrocar la dictadura”.

Al menos dos millones de cubanos exiliados acompañan a sus compatriotas desde las calles de diversos países para rechazar el maltrato que a diario sufre su gente en la isla.

Los reclamos de los cubanos en Estados Unidos, como era de esperarse, se destacaron entre otras naciones en enviar su apoyo a los manifestantes que estuvieron en las calles desde el 11 de julio gritando “patria y vida”, contra la dictadura comunista liderada por Miguel Díaz-Canel y sus seguidores.

Andrés Vacca | BLes