La verdad, tan cuestionada, ¿es realmente versátil, manejable, modificable por un cambio de opinión, o se mantiene en su posición, impertérrita, mientras tratamos de desconfigurarla según nuestros intereses?

¿Qué sentidos hay en la vida y cuánto los necesitamos? ¿Son las drogas un buen viaje? ¿Cuánto hay en la moral de razón, y cuánto de bondad plena? ¿Es posible ser ateo? ¿Qué es eso de la felicidad, y hasta qué punto nos conviene? ¿Qué efecto están teniendo en nosotros los dispositivos desatencionales?

¿Se puede ser justo sirviéndose solo de la razón, o son necesarios también ciertos sentimientos morales? ¿Está el heroísmo reservado a unos pocos seres excepcionales? ¿Es posible argumentar una ética universal y objetiva fundada en la inviolable dignidad humana?

Cómo desenvolverse en un nuevo empleo, y cómo dejarlo con elegancia. Qué implica saber estar en un entorno laboral. Cómo ser competente y competitivo, sin pisar a nadie. Cómo confiar en los demás, y que ellos confíen en ti.

Virtualmente todo lo importante que ocurre en una organización del siglo XXI está contenido en los siguientes términos: personas y ética empresarial; liderazgo y gestión eficiente; excelencia, innovación y creatividad.

Los mil lados por los que el fútbol conecta con la vida, y el porqué de su carga dramática, su conexión con el poder y con la farándula y algunas de sus más esclarecedoras anécdotas y señalados hitos.

Asediada por la burocracia, los neopedagogos, la desconfianza institucional... la universidad vive una crisis de identidad sin precedentes.

Tres ensayos cortos en los que el autor reflexiona sobre los tópicos y verdades en torno a las lecturas, analiza diferentes tipos de falacias, y defiende el valor y la dignidad del sufrimiento.

Los rasgos de este libro son los rasgos de su autor: el ingenio, el humor y la prosa desenfadada de un columnista que ―feliz oxímoron― se toma a sí mismo un poco a broma. Hughes desliza una idea inteligente como quien cuenta un chiste malo entre amigos, desvela la esencia de una cosa con la ligereza.

Titubeos es un título atinado porque recoge el temblor inicial del autor que se estrena y nos pone sobre la pista de uno de los encantos de esta obra: el rápido y palpable afianzamiento de una voz. Estamos ante un libro ascendente que ofrece en su seguridad y nitidez crecientes un argumento con final feliz de trascendidas certezas.

Marín-Blázquez pertenece a esa legión de hombres que cree que la sustancia de la vida y del mundo contiene prodigios tan reales como increíbles. De ahí su acerado celo crítico al percibir y padecer el ruinoso final que le sobreviene a todo lo que requiere el gesto pródigo de la atención.

El autor se adentra en esta edad brumosa de la adolescencia y nos regala un racimo de relatos en los que se percibe tanto un arrollador talento narrativo como una formidable capacidad para la introspección.

El escritor Carlos Marín-Blázquez acomete una difícil tarea de deconstrucción civilizatoria. Con golpes secos y certeros que se encarnan en líricos aforismos, derriba las falacias y las iniquidades sobre las que se ha erigido la torre de Babel contemporánea.

Con un enfoque decididamente funcional y de la mano de numerosos ejemplos ilustrativos, Cómo leer un balance sin ser economista es la mejor introducción posible al desconocido mundo de los activos, pasivos y patrimonios.

La economía es una de las disciplinas científicas que nos resultan más familiares, y, sin embargo, resulta para la mayoría.

Sonata en yo menor sublima las vivencias diarias, las convierte en prodigios dignos de ser cantados, y nos descubre a un escritor que mira las pequeñas cosas de la realidad como todos deberíamos mirarlas: como símbolos que siempre apuntan a algo más alto.

Marbury, padre de una familia numerosa y abogado discreto, no es un hombre de acción. Sus días discurren apacibles en Somerset, rodeado de libros, recibiendo visitas y envuelto en un cálido ambiente familiar. Esa paz se ve perturbada cuando un día, leyendo a Tólstoi, comienza a preguntarse si su vida cabría en una novela.

La luminosa Antigüedad Clásica ha sido el faro y principal fuente de inspiración de la civilización occidental prácticamente desde que terminó, con el consiguiente peligro de ser «idolizada».

Una historia de la violencia, la opresión y la crueldad socialmente aceptada contra víctimas desarmadas que no constituían una amenaza directa para el agresor.

El optimismo de los filósofos ilustrados sobre la humanidad o sobre «el estado de naturaleza» no casa con la tozudez de la realidad histórica a poco que se analice fríamente y de forma rigurosa.

En Whiskas, Satisfyer y Lexatin se concitan la levedad de una escritora que conoce aquella máxima de que las cuestiones más serias deben abordarse con una sonrisa de oreja a oreja y la gravedad de una mirada, la suya, que perfora lo real hasta alcanzar sus mismas entrañas.

Entre 1915 y 1922, el régimen de los Jóvenes Turcos perpetró el Genocidio Armenio, la destrucción del pueblo armenio en el territorio del Imperio otomano. Era la última etapa de un ciclo de matanzas y violencia que se remontaba a finales del siglo XIX.

En un puente de Barcelona suceden cosas muy extrañas. La policía tiene algunas pistas pero parece estar cada vez más lejos de resolver los espeluznantes crímenes que allí se están perpetrando. Nada es lo que parece.

Tabarnia es el espejo de la inconsistencia de los argumentos independentistas, confrontados con una realidad: en las áreas de Barcelona y Tarragona que constituyen el motor de Cataluña, el nacionalismo es minoritario.

Estas a punto de adentrarte en el mundo de la pobreza visto desde la óptica de un joven que estuvo ocho días viviendo en las calles de Barcelona. Un libro tan real como duro. No te promete un final feliz, pero te asegura un impacto que, si surte efecto deseado, no te dejara indiferente.