Es raro el año que la lluvia no obliga a alguna cofradía a suspender o modificar su estación de penitencia a la Catedral de Sevilla. Rara es también la Semana Santa en la que el templo no acoge a alguna, a veces durante días. Una estampa que han protagonizado este Domingo de Ramos La Paz, Jesús Despojado y La Cena que, sorprendidas por el agua, no pudieron completar el itinerario de vuelta.
Algo tan tradicional en Sevilla como la propia Semana Mayor no se ha librado de los chismes, más fuera que dentro de la ciudad. Ante ellos, el cabildo ha aclarado que la Catedral no cobra a las hermandades que se refugian de la lluvia durante la Semana Santa y permanecen allí hasta su regreso a sus templos en días posteriores. Como «casa de Dios y madre de todas las iglesias», cuando una hermandad se ve sorprendida por la lluvia, «el templo cede su techo sin ningún tipo de contraprestación económica o similar».
«La Catedral entiende su esencia de Iglesia metropolitana y, como tal, acoge a las hermandades que requieren resguardo de sus pasos y hermanos en un acto fraternal de amor y amparo». El Cabildo considera «responsabilidad de todos» erradicar el «rumor infundado» de que las hermandades han de abonar una cuantía económica por su estancia en la Seo hispalense. «El amor es el mejor canon».
Este año —por ahora—, el Cabildo metropolitano agradece «profundamente» al Consejo General de Hermandades y Cofradías y a las mencionadas hermandades su «colaboración inestimable» en la organización durante su estancia en la Catedral de Sevilla, y el «comportamiento ejemplar» de sus hermanos durante su refugio. Y así, amor con amor se paga, los seis pasos —el de la Virgen de la Paz no llegó a entrar y dio media vuelta cuando se hallaba en la avenida de la Borbolla— han regresado a primera hora de este martes a sus respectivas sedes canónicas.
