A diferencia de la mayoría de los países europeos, aún con muchas restricciones, desde hace tres meses, en Hungría se vive en plena normalidad. El primer ministro, Viktor Orbán, prometió que cuando se alcanzasen los 5,5 millones de vacunados quitaría todas las restricciones y así fue. Las mascarillas no son obligatorias en ningún lugar, a excepción de los hospitales.

Esto ha hecho que la recuperación a nivel económico sea extraordinaria. De hecho, el PIB registró un crecimiento de un 18% en el segundo trimestre. Más alto que el mismo periodo previo a las medidas para combatir el virus. El país magiar está saliendo de la recesión a un ritmo muy superior que el de la media comunitaria.

Sin mascarillas en las aulas

El inicio del curso escolar está marcado por el levantamiento de la obligatoriedad del uso de mascarilla en escuelas, institutos y universidades, cosa poco menos que impensable en otros países europeos.

Se trata de medidas diametralmente opuestas a las tomadas en Francia, Italia, Grecia… donde los docentes tendrán que estar vacunados obligatoriamente, mientras que los niños en Alemania se harán test semanales. Por supuesto, en todos los países anteriormente nombrados será obligatorio el uso de la mascarilla, al igual que en España.