El pasado 23 de noviembre se cumplió el VIII centenario del nacimiento de Alfonso X, el Sabio y la única forma de saberlo era entrar en las redes sociales y leer algunas publicaciones. Ni el Congreso ni los medios consideraron importante la efeméride, sólo Patrimonio Nacional y unas cuantas ciudades han organizado exposiciones sin entrar a fondo en la trascendencia de este rey nacido en Toledo, desperdiciando así otra oportunidad para rebatir las mentiras repetidas por los separatistas, los nostálgicos de Al-Ándalus o los protestantes que nos han considerado un país atrasado desde que consolidó su hegemonía en el siglo XVI.
Un rey castellano «per salvar Espanya»
Alfonso X afianzó la supremacía de Castilla entre los reinos peninsulares y sus reformas acercarían a España a la condición de Estado Moderno que consolidarían los Reyes Católicos y que serviría de ejemplo para el resto de Europa. Esa nueva organización que buscaba la unificación económica, lingüística, jurídica y cultural da lugar en el siglo XIII a un primer atisbo de nación española.
La conciencia de un reino superior común entre distintos reinos se hace patente cuando Jaime I, su suegro, decidió ayudarlo en la conquista del Reino de Murcia (1265-1266) «la primera cosa per Deu, la segona per salvar Espanya».
También aspiró al trono del Sacro Imperio Romano Germánico al ser hijo de una princesa alemana, pero la oposición del Papa puso fin a su sueño imperial.
Su legado cultural
El rey sabio colaboró con la Escuela de Traductores de Toledo, un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos, en procesos de traducción e interpretación de textos astronómicos, médicos y científicos grecolatinos y en la composición de una dilatada obra literaria que inicia en gran medida la prosa en castellano. Seguía así los pasos de su padre; durante el reinado de Fernando III se compuso el Libro de los Doce Sabios, resumen de sabiduría política y moral clásica.
Las Cantigas de Santa María. Un conjunto de aproximadamente 420 composiciones en honor a la Virgen María escritas en galaicoportugués, la lengua culta del momento en la corte del reino. Se trata de una de las colecciones de canción monofónica más importante de la literatura medieval occidental.
Los Libros del Saber de Astronomía. Recopilación de 16 libros o tratados de obras traducidas del árabe que se compone de dos partes principales: una primera que describe las constelaciones del firmamento e incluye un catálogo de 1.020 estrellas con sus coordenadas celestes, y una segunda parte dedicada a la construcción y el uso de los instrumentos astronómicos.
Libro del ajedrez, dados y tablas. Contiene la descripción más antigua de juegos como el ajedrez, el alquerque, los dados y tablas. Es uno de los documentos más importantes para la investigación, algunos de origen musulmán, de los juegos de mesa.
Las Tablas alfonsíes. Tablas astronómicas realizadas por iniciativa del rey que pretendían proporcionar un esquema de uso práctico para calcular la posición del Sol, la Luna y los planetas de acuerdo con el sistema de Ptolomeo. Se utilizaron en Europa hasta el siglo XVII.
Su legado legislativo
Alfonso X pretendía renovar y unificar los diversos fueros que regían sus dominios con la redacción de un código legal unificado: El Espéculo, espejo de las leyes o reflejo de las leyes, pero su uso fue un fracaso junto al del Fuero Real de España por diversos motivos. Uno de los principales fue la oposición de la nobleza privilegiada con fueros locales. Nos suena, ¿verdad?
Esta obra no llegó a ser terminada por el Fecho del Imperio, el fallido intento de convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano. El monarca decidió entonces que su equipo de juristas elaborara un nuevo código legal ampliado basado en El Espéculo y en el Derecho romano-canónico. Se trata de las Siete Partidas.
Las Siete Partidas es uno de los legados más importantes en la Historia del Derecho y contribuyeron a la legislación europea contemporánea. Este cuerpo jurídico estuvo vigente en España durante siglos y es el de más amplia y larga vigencia en Hispanoamérica.
Incluso las Cortes Supremas de los Estados Unidos recurren a disposiciones de las diferentes partidas para sus sentencias. Solo en 1989 aparecen más de trescientas sentencias que las citan en las Cortes Supremas de Louisiana, Texas, Arizona, Nuevo México y California.
Alfonso X en el mundo y en la Vía Láctea
Alfonso X está presente en la Cámara de los Representantes de Washington en recuerdo a la creación de las Siete Partidas. Es una de las 23 figuras históricas en relieves de mármol que representan los principios que subyacen a la ley estadounidense.
Pero ahí no queda su recuerdo fuera de nuestras fronteras. ‘Alphonsus’ es un cráter de la luna de 108 kilómetros de diámetro que recuerda al gran monarca español del siglo XIII y comparte espacio con Séneca, San Isidoro de Sevilla, Cristobal Colón, Vasco Núñez de Balboa y Santiago Ramón y Cajal.
Estos datos muestran la conciencia que había en el mundo de la importancia del rey sabio. En España seguimos sin saber por qué ocultan en las aulas y en la política partes esenciales de nuestra historia que acabarían con muchos complejos y nos harían sentirnos orgullosos de lo que somos y de lo que fuimos. Deberíamos empezar a plantearnos que no es casual.