Paul von Lettow-Vorbeck (Saarlouis, Imperio alemán, 1870) es uno de esos personajes que trascienden a su tiempo de manera demasiado discreta para la magnitud de sus hazañas. Uno de esos hombres que hicieron la historia, de relevancia global en la primera mitad del siglo XX —con todo lo que ello implica— su nombre ha llegado a nuestros días casi inédito.

General, comandante de la campaña de la África Oriental Alemana durante la Primera Guerra Mundial, tuvo un papel central, heroico, en el único frente de batalla en las colonias donde su país no fue derrotado. Aquélla, tal vez la última contienda entre caballeros de la historia, librada por alemanes, aunque en su mayoría tropas nativas o askaris, y aliados, principalmente sudafricanos, aunque también británicos, franceses, belgas tropas nativas y hasta indias.

Aunque no tanto de nuestro protagonista, en esa guerra sí se fijó Hollywood. El cine también se hizo eco de aquel peculiar escenario bélicono en La Reina de África, dirigida en 1951 por John Huston, con Humphrey Bogart y Katherine Hepburn; o en Memorias de África, donde Karen Blixen, interpretada por Meryl Streep, lleva una columna de aprovisionamiento a los soldados y voluntarios británicos en Kenia.

De Von Lettow, en cambio, sí se ha acordado y mucho Ignacio F. Bracht en El León de África (Editorial Tercios Viejos). El académico de la Historia de Argentina desarrolla los eventos reales y extraordinarios protagonizados por el general alemán después de una investigación al detalle y un estilo narrativo envolvente.

En el texto, Bracht no sólo expone una crónica minuciosa de las campañas militares del León de África, sino que también examina su legado y su impacto en la memoria colectiva. A través de una cuidadosa selección de fuentes primarias y secundarias, el autor reconstruye los eventos con precisión histórica, al tiempo que ofrece reflexiones sobre el significado más amplio de esta historia poco conocida.

El León de ÁfricaCon el fin del conflicto, la derrota alemana, la abdicación del Kaiser Guillermo II y el fin del Imperio, Von Lettow transitó como pudo un mundo que ya no era el suyo. Se volcó a la política, siendo diputado de 1928 a 1930 por el Partido Alemán Nacional Popular, una fuerza monárquica, conservadora y patriótica, que no dejaba de añorar los tiempos del pujante imperio, que ya no retornaría más.

Al nazismo, incipiente, lo vio con desconfianza y luego con rechazo, no aceptando la embajada en Gran Bretaña que le ofreció Adolf Hitler. La Segunda Guerra Mundial lo encontró aislado por el régimen, y nunca fue convocado a las armas. Finalizado el conflicto, con sus propiedades familiares en Pomerania ocupadas y expoliadas por el Ejército Rojo, se encontró con dificultades para sobrellevar su vida, recibiendo de quien fuera su enemigo en la guerra en Africa, el general sudafricano Jan Smuts (su perseguidor en el teatro de operaciones africano, gran amigo a partir de la paz, resultante del respeto que siempre le profesó) una pensión militar.

Reconocido y respetado por sus hombres, tanto alemanes como nativos, como por sus oponentes en la guerra, logró forjar una epopeya de leyenda, una utopía de un ejército invencible en el peor de los escenarios posibles.

El León de África es —o ha de ser— una obra de referencia para cualquier amante de la historia, en especial de la historia bélica, en la que Bracht consigue un equilibrio entre la erudición histórica y la narración absorbente. Una propuesta de una visión única a una de las gestas militares más fascinantes de la Primera Guerra Mundial.

El libro no sólo ilumina un capítulo oscuro de la historia, sino que también rinde homenaje a un líder excepcional cuyo legado perdura hasta nuestros días. Un líder que reunió virtudes como el sentido del deber, el sacrificio, el valor, la voluntad inquebrantable, el honor y la humanidad, aún en las más difíciles situaciones vividas dentro del vendaval de la guerra, donde aflora lo más ruin y lo más noble del ser humano.

Rafael Ruiz Morales
Cordobés afincado en Sevilla. Licenciado en Bellas Artes y Derecho; Máster en Periodismo y Educación. Abogado de profesión, pintor por afición, comunicador por devoción. Siente España con acento del sur. Cautivado por el Bien, buscador de la Verdad, apasionado por la Belleza. Caminando.