Tema: Perdón

El mal de orquesta

Cuando en nuestras relaciones más cercanas se dé la ocasión para la música, se dará con ella la oportunidad para la disculpa del descuido ajeno, para comprender que todos nos tuteamos en la miseria

Abrazar a un asesino

Por mi torpe recuerdo, y sabiéndolo ahora, creo que volvería a abrazar fuertemente a aquel asesino encantador y decirle «feliz Navidad»

Yo no pido perdón

Ni los españoles ni los blancos ni los varones ni los católicos han de pedir el perdón que se les reclama, precisamente, por parte de quienes les odian

El poder transformador del perdón

Necesitamos más, quizá mucho más en estos días en que los meros desaires involuntarios encienden una cruda tensión e indignación.