La idea me la dio Esperanza Ruiz en Twitter, y no tardé ni cinco minutos en morder el anzuelo, con la complicidad de O’Mullony: dedicar un Podría ser peor a los hoteles. En este TripAdvisor de la literatura y el cine hay de todo: establecimientos lujosos y cochambrosos; de ciudad, de playa y de montaña; reales y ficticios; impecables o de mala nota. Pero tienen dos cosas en común: la primera, que no son meros escenarios, sino que tienen algún protagonismo en la trama (¡a veces, incluso, el hotel es el villano!). La segunda: en todos ellos me gustaría pasar al menos una noche.

Me gustan tanto los hoteles, los de verdad y los de ficción, y los de verdad ficcionados, que he tenido que dividir el tema en dos entregas. Reserven sus habitaciones para la primera y cuelguen del pomo el letrero de No molesten.

1  Garden of Eden, Miami (Millonario de ilusiones, 1959)

La vida de Tony Manetta (Frank Sinatra) no es un ejemplo de ahorro ni de planificación financiera. Le gustan los coches caros –tiene un Cadillac-, los trajes bien cortados y las noches largas. Viudo y padre de un muchacho, Tony regenta un hotel modesto en Miami Beach, pero las deudas están a punto de arrebatárselo. Cuando pide ayuda a su hermano, mucho más acomodado, este le pondrá unas condiciones leoninas.

Dicen los que saben que no es una de las mejores películas de Capra, y seguramente tengan razón, pero Capra es tan bueno que ya quisieran muchos cineastas hacer una película como esta, una comedia bondadosa con encanto, glamour y buena música. Por cierto, el hotel en el que se rodaron los exteriores del Garden of Eden, cuyo nombre real es Hotel Cardozo, se puede visitar en el Ocean Drive de South Beach, rodeados de muchas otras joyas del art decó. (Hoy, curiosidades de la historia, el establecimiento es propiedad de otra cantante: Gloria Estefan). La película está en Filmin.

2  Metropol, Moscú (Un caballero en Moscú, Amor Towles)

Pocas novelas recientes me lo han hecho pasar tan bien como esta. La historia del conde Aleksandr Ilich Rostov, condenado por los bolcheviques a una eterna reclusión en el languideciente Hotel Metropol de Moscú, a tiro de piedra del Kremlin, es un ejemplo de imaginación, riqueza narrativa y creación de ambientes. Editado en España por Salamandra.

3  Hotel de la Plage, Saint-Marc-sur-Mer (Las vacaciones del señor Hulot, 1953)

Ha llegado el verano en la costa bretona. En el pequeño Hotel de la Plage, un puñado de veraneantes disfrutan del mar y del buen tiempo. El nuevo huésped, el singular señor Hulot, puro caos, vendrá a complicar las cosas.

Hay gente que conecta con el humor de Tati pocas palabras, mucha pantomima, escenarios chocantes y música de jazz y gente que no. Yo soy de los primeros, y esta es mi favorita de entre sus películas. Está en Amazon Prime Video.

4  Bertram, Londres (En el hotel Bertram, Agatha Christie)

Situado en el West End, el Betram le trae buenos recuerdos a Miss Marple: cinco décadas atrás, en su juventud, en plena época eduardiana, pasó unos días felices en sus instalaciones, que se conservan casi igual que entonces. En su segunda estancia, sin embargo, encontrará de todo menos tranquilidad: le tocará, como de costumbre, explicar un crimen inexplicable.

La atmósfera del establecimiento, tan apacible en apariencia como turbulenta en el fondo, es uno de los puntos fuertes de la novela. Está editada recientemente por Booket, aunque también se encuentra en librerías de viejo.

5  Overlook (El resplandor, Stephen King)

Dicen que King se inspiró en el Stanley, en Colorado en el que pasó una noche de pesadillas a mediados de los setenta para diseñar el Overlook, un enorme y desangelado lodge a las puertas de la Rocosas. Allí llega Jack Torrance, junto con su mujer y su hijo, para hacerse cargo del mantenimiento invernal. King es el culpable de que sintamos un escalofrío cuando en recepción nos dan la llave de la habitación 217.

O la 237, si nos gusta más la película de Kubrick, también muy recomendable; tanto como la miniserie de 1997. Pero en este caso recomiendo, a quien todavía pueda, que empiece por la novela, una de las cumbres de la literatura de terror del siglo XX.

6  Majestic, Kilnalough, Irlanda (Disturbios, J. G. Farrell)

La leí por recomendación del tuitero José Joaquín, que tiene un gusto exquisito, y se coló directa en la lista. El Majestic está en decadencia veo que en esta lista son mayoría los hoteles en decadencia, y los pocos huéspedes que quedan en él disfrutan de un espléndido aislamiento del exterior: una Irlanda cada vez más agitada.

Con un humor más melancólico que el de Wodehouse, pero igual de brillante, Farrell hace que el lector quiera quedarse una quincena en el Majestic, a pesar de sus muchísimos defectos. Editada en España por Acantilado.

7  Plaza, Nueva York (Solo en casa 2, 1992)

Todos los niños de mi generación quisimos ser Kevin McCallister, y todos soñamos con pasar una Navidad solos en una habitación del Plaza, con una buena tarjeta de crédito y muchas ideas para disfrutar de la gran ciudad. Por si fuera poco, en la película aparece Donald Trump, entonces dueño del hotel, cuya silueta la del Plaza, no la de Trump recuerda a un castillo francés del XVIII. Está en Disney Plus.