Este mes concluyo el repaso a los reporteros de la literatura, el cine y el cómic que más me han inspirado. Si en la primera entrega visitamos las redacciones del Morning Post, el Petit Vingtième, la emisora ABS o la cadena ACN, hoy conoceremos los últimos titulares del Daily Planet, el Nuevo Herald, la revista Spy o el New York Morning Globe.

1  John Smith en Bloody Miami (Tom Wolfe)

La última novela del enorme Tom Wolfe comparte virtudes y defectos con toda su producción narrativa. Hay que quererlo como es y armarse de paciencia ante un estilo que a veces bordea lo obsesivo. Pero el tipo derrocha talento y se acercó como nadie a esa ciudad de Florida en la que «todo el mundo odia a todo el mundo».

Corren tiempos raros para el periodismo: el Miami Herald va a convertirse en digital, al tiempo que se lanzará El Nuevo Herald para conquistar a los lectores hispanos. Si en La hoguera de las vanidades el periodista era un villano sin escrúpulos, John Smith, el reportero de Bloody Miami tiene más matices: es un joven sin nombre en el oficio que busca la exclusiva que le haga crecer. Y la encuentra, claro. Publicada en España por Anagrama.

2  Macauley Connor en Historias de Filadelfia (1940)

Cuando C.K. Dexter Haven (Cary Grant) se entera de que su ex mujer (Katharine Hepburn) va a casarse con un aburrido hombre de negocios, se le ocurre una forma perfecta de arruinar la boda: lograr que dos paparazzi —ya, en la época de la película no se llamaban así, pero disculpen la licencia— de la revista del corazón Spy, famosa por su sensacionalismo, se cuelen en la mansión en la que tendrá lugar el enlace. Uno de ellos es Macauley «Mike» Connor (James Stewart), quien, lejos de convertirse en un simple testigo de los hechos, se verá inmerso en una trama amorosa llena de enredos.

Si al trío de actores le sumamos la producción de Joseph L. Mankiewicz y la dirección de George Cukor, el resultado es fácil de predecir: una de las mejores comedias screwball de todos los tiempos, rebosante de ingenio y de encanto. Está en Filmin.

3  Sydney Schanberg en Los gritos del silencio (1984)

Uno de esos raros casos en los que la traducción española del título mejora al original —The Killing Fields se convirtió en el menos obvio Los gritos del silencio—, esta película dirigida por Roland Joffé ganó tres Oscar y mostró al mundo una realidad de la que pocos habían hablado: la extrema crueldad de los Jemeres Rojos camboyanos.

El protagonista, claro, es un reportero, pero en este caso hago trampa, porque no es de ficción. Sydney Schanberg (1934-2016) existió, y estuvo en Camboya como corresponsal del New York Times. De su falta de acierto en el análisis da fe el titular que escribió en abril de 1975, poco después de que los comunistas tomaran Nom Pen: «Indochina sin los estadounidenses: para la mayoría, una vida mejor». Pero nuestro hombre se redimió al denunciar después con valentía las hazañas del régimen de Pol Pot. Lo mejor de la película es la amistad de Syd con el fotógrafo local Dith Pran, que tiene mucho que ver con la de Tintín de Chang, o mejor dicho la de Hergé y Zhang: un periodista occidental y un asiático que lo introduce en su propia cultura, una separación traumática debida a un régimen político canalla, y un reencuentro final. Está en Apple TV.

4  Lois Lane en Superman

Si la gran estrella del cómic europeo, Tintín, es un periodista, también lo es, al menos en apariencia, el mayor icono del cómic americano, Superman. Pero mientras que en Clark Kent la profesión es un mero detalle de atrezzo del personaje, su amada Lois Lane quien la ejerce con talento y verdadera vocación.

La reportera estrella del Daily Planet es ambiciosa, intuitiva e incansable en la búsqueda de la exclusiva. Si se le escapa siempre el mayor scoop de su vida, y el que tiene más cerca, la identidad de Superman, es probablemente porque tiene la cabeza en otras cosas. Yo soy mucho más amigo del cómic franco-belga que del de superhéroes, pero los clásicos son los clásicos. ECC Comics es la editora de DC en español.

5  John Jones en Enviado especial (1940)

Agosto de 1939. Suenan tambores de guerra en Europa. El New York Morning Globe envía a Londres a un reportero curtido en la sección de sucesos, más duro y menos refinado que los corresponsales al uso, para que averigüe qué está pasando entre las bambalinas de la diplomacia. El enviado especial, John Jones, se tropezará, como tantos otros personajes de Alfred Hitchcock, con una trama que no entiende del todo y de la que no logra escapar.

A Goebbles le preocupó la película por lo que tenía de publicidad antinazi, y con razón. Foreign Correspondent, cuentan que dijo, «es una obra maestra de la propaganda, una producción de primera clase que causará impresión entre las masas de los países enemigos». Por cierto, no pestañeen en la escena de los paraguas. Está en Filmin y en Prime Video.

7  Steve Everett en Ejecución inminente (1999)

Steve Everett (Clint Eastwood) se siente un perdedor. Alcohólico —lleva dos meses sin beber—, con un matrimonio a la deriva y una carrera profesional estancada, recibe el encargo de cubrir la ejecución de Frank Beechum, condenado por el asesinato de una embarazada. ¿Fácil? Lo sería si Everett se limitara a describir cómo al reo le aplican la inyección, adornando el reportaje con una pizca de sensacionalismo.

Pero nuestro hombre tiene dudas, así que decide investigar a fondo el crimen en las pocas horas que quedan para la aplicación de la condena. Un thriller redondo, menos conocido que otras grandes películas de Eastwood, y un personaje lleno de textura. Está en Apple TV.