Si en algo estamos todos de acuerdo en este tiempo de pocas certezas compartidas es en que este enero se ha hecho largo, larguísimo, interminable. Más largo que un día sin pan, más largo que una peli de Terrence Malick, más largo que la cola de Doña Manolita en ese 21 de diciembre que nos queda ya tan lejos. Este enero, el mundo ha cambiado de gran jefe, y las noticias, escándalos y conflictos que hemos vivido estas cuatro semanas componen una lista tan larga que cuesta llevar la cuenta. El mes habría sido insoportable sin nuestros articulistas favoritos, los que nos hacen pensar, reír, emocionarnos y enfurruñarnos al hilo de la actualidad o, mejor, de los grandes temas de siempre.

En Ideas, el suplemento de La Gaceta, Javier Bilbao nos trae una de marcianos. Un texto monumental sobre los mitos y leyendas del planeta rojo, de H. G. Wells y Tolstói a los sueños de Elon Musk. «Allá donde ha ido un grupo humano lo que ha hecho siempre es replicar sus instituciones, sus valores, su cultura. A quienes viajasen a la otra punta del cosmos huyendo del control social, en busca de la tierra que fluya leche y miel, les acabaría pasando como a aquellos personajes de las tragedias griegas que, empeñados en esquivar su destino, terminan cumpliéndolo». Tengo muchas dudas sobre su conclusión, pero he disfrutado el artículo como pocos este mes.

Yanire Guillén se asoma por primera vez —no será la última, advierto— a esta isla. En LA IBERIA, bajo un título bellísimo que toma prestado de Rodrigo Cortés, Sí importa el modo en que un hombre se hunde, Yanire nos anima a romper el cristal de la pecera.

Lo más emocionante de este Haleakaloha lo encontramos también en esta misma cabecera. Rodrigo Pinedo, nuestro piniodista favorito, se despide de su padre con una columna ancha y profunda, sin un gramo de cursilería. Nos toca la fibra incluso a quienes nunca conocimos a su protagonista.

Hablando de recuerdos, Ego non es un grupo de ciudadanos vascos y navarros, jóvenes en su mayoría, que se rebelan contra el silencio, la indiferencia y el olvido frente a las atrocidades de ETA. Lo hacen, por cierto, con una valentía y elegancia que sirven de ejemplo para cualquier movimiento de la sociedad civil. En su web, con firma colectiva, han publicado un texto de ficción-realidad titulado Socializar el sufrimiento. Un punto en el orden del día. El relato orbita alrededor de Gregorio Ordóñez y merece una lectura atenta.

Si abrimos con ciencia ficción, cerremos con una del Oeste. Vidal Arranz aborda en El Debate la serie Yellowstone, protagonizada por Kevin Costner, que lleva demasiado tiempo en mi lista de pendientes. Se atreve a enlazarla con el universo de Miguel Delibes, nada menos. «Entre los distintos ejes que articulan ‘Yellowstone’ hay uno central que entronca directamente con las preocupaciones del novelista español: la idea de un mundo que se muere (en este caso, el de los ranchos tradicionales) arrollado por un progreso que no respeta la naturaleza ni los modos de vida de la gente». La serie me apetece todavía más que antes de devorar el artículo.

Hasta aquí la selección columnística del mes. Nos vemos en febrero en Haleakaloha.