Walter F. Mondale, el vicepresidente de Jimmy Carter entre 1977 y 1981 e icono del progresismo de los Estados Unidos desde su derrota frente a Ronald Reagan en unas de las elecciones presidenciales más desiguales, ha fallecido en Minneapolis a los 93 años.
Antes de llegar a la Casa Blanca, Mondale comenzó su carrera política en Washington en 1964, cuando fue designado senador por Minnesota en reemplazo de Hubert Humphrey, que había renunciado para convertirse en vicepresidente de Lyndon Johnson. Dos años más tarde, logró alrededor del 54% de los votos, aunque los demócratas perdieron la mayoría, entre otros reveses electorales. En 1972, fue elegido para otro mandato con casi el 57% de apoyo.
Cuatro años después, fue elegido por Carter como su número dos para las elecciones en las que los demócratas se impusieron a unos republicanos encabezaos por Gerald Ford, con la herencia de Nixon como lastre. Durante su vicepresidencia, fue el primero en llevar la oficina de otro edificio a la Casa Blanca y viajó con frecuencia en nombre del presidente.
Su gran derrota frente a Reagan
En las elecciones de 1980, Ronald Reagan derrotó a Jimmy Carter y, cuatro años después, Mondale fue nominado candidato demócrata para recuperar la Casa Blanca en un mal momento. Aquellos años supusieron el cenit de popularidad de uno de los presidentes más naturalmente carismáticos de la historia de los Estados Unidos.
Para las elecciones de 1984, Mondale designó a la representante de Nueva York Geraldine Ferraro como candidata a vicepresidente, lo que la convirtió en la primera mujer en optar al cargo desde uno de los grandes partidos. Sin embargo, el anunció no eclipsó su promesa de subir agresivamente los impuestos.
Aquella noche electoral, Mondale sólo ganó en los feudos demócratas de Minnesota (su estado natal) y del Distrito de Columbia. El reparto del Colegio Electoral fue de 525 a 13 a favor del republicano, la mayor victoria desde que Franklin Roosevelt derrotó a Alf Landon en 1936. Entonces, el resultado fue 523 a 8. “Hice lo mejor que pude”, declaró a la mañana siguiente.
De aquella campaña quedó para el recuerdo el debate televisivo en el que Henry Trewhitt, periodista del Baltimore Sun, preguntó a Reagan si a los 73 años era demasiado mayor para seguir ejerciendo las funciones de presidente. “No convertiré la edad en un problema en esta campaña. No voy a explotar, con fines políticos, la juventud e inexperiencia de mi oponente”, respondió el presidente entre las risas de todos los presentes, incluido Mondale. Debate zanjado.
Su última vuelta a la política
A pesar de los resultados, años más tarde, Mondale seguía defendiendo que su mensaje de campaña era el correcto: “La historia ha demostrado que tendríamos que subir los impuestos”. Según su visión, “fue muy impopular, pero fue indudablemente correcto”.
Más de tres lustros después de su derrota frente a Reagan, los demócratas recurrieron a Mondale en 2002, cuando el senador por Minnesota Paul Wellstone murió en un accidente aéreo apenas dos semanas antes de las elecciones. El veterano político aceptó el encargo, ante unas encuestas que le daban ventaja sobre el candidato republicano, Norm Coleman. Sin embargo, el día de los comicios, su rival, de 53 años, superó por tres puntos a Mondale, de 74, en una intensa campaña de seis días. Aquélla, en las últimas elecciones a las que se presentó, fue su primera derrota en su estado natal.