Después del especial de Año Nuevo, retomo un asunto que gustó mucho a los lectores de Podría ser peor: los bares con más encanto de la literatura y el cine. En esta segunda entrega pedimos un trago en algunas barras ilustres de Yakarta, Devon, Casablanca, Nueva York, La Habana, una isla del Pacífico o una ciudad española de provincias. Se admiten propinas (clin, clin, clin).
1 La Posada del Almirante Benbow, Bristol (La isla del tesoro, Robert Louis Stevenson)
Sí, La isla del tesoro es recordada sobre todo por su nudo y su desenlace, llenos de brisa marina y aventura. Pero el comienzo, intrigante y sombrío, casi un anticipo de la novela negra, es igual de cautivador. Su escenario principal es la Posada del Almirante Benbow, un desvencijado establecimiento de la costa inglesa, con algunas camas en el piso de arriba y un bar en la planta baja, negocio regentado por el padre de Jim. En sus mesas corre el ron y se cuentan historias de naufragios, motines y piratas. ¿Cuánto tiempo llevan sin releer esta joya?
2 Flanagan’s Cocktails & Dreams, Nueva York (Cocktail, 1988)
Tom Cruise ya se coló en la primera entrega y no puede faltar en la segunda. Cocktail no es una obra maestra, de acuerdo. Es una peli con las típicas fórmulas ochenteras, con sus virtudes y defectos, y a ratos se le ven las costuras, pero es divertida y transmite entusiasmo. El personaje de Brian Flannigan, de hecho, se parece mucho a otros que Cruise interpretó en esa década: listo, deslenguado, carismático y un poco caradura. Tiene un talento envidiable para trabajar detrás de una barra y su sueño es abrir su propio bar en Manhattan.
Resumen rápido: un enredo amoroso, una gran decepción, unas largas vacaciones en Jamaica, unos cuantos ripios lamentables y una canción pegadiza, Kokomo, que volvió a poner de moda a los Beach Boys. Está en Prime Video.
3 Wayang Bar, Yakarta (El año que vivimos peligrosamente, 1982)
Seguimos en los 80. Disculpen el chiste malo: esta película podría titularse El año que bebimos peligrosamente. En la barra del ruidoso y animado Wayang, un bar de paredes rojas y cuadros de títeres javaneses, se acodan corresponsales, fotógrafos, diplomáticos, espías y tipos de actividad dudosa. Allí circulan rumores, se tejen conspiraciones y empiezan romances. Por si fuera poco, uno de sus clientes es Mel Gibson, ¿y quién no querría compartir garito con Mel Gibson? Se puede ver en Prime Video.
4 El Sport-Cinema (El café del lunes, de Rafael García Serrano)
Les contaré uno de los secretos mejor guardados de la literatura española: Rafael García Serrano es uno de los mejores cuentistas del siglo XX, a la altura de Ignacio Aldecoa, Ana María Matute y compañía. Aunque la mayoría de su producción narrativa comparte un tiempo y un lugar, la Guerra Civil, hay una recopilación de relatos de fútbol y toros, titulada El domingo por la tarde, que se sale de la norma.
Toné, el protagonista de El café del lunes, futbolista sin estrella, soñador y lector de novelas baratas, inaugura cada semana en el Sport-Cinema, un apacible bar de provincias. Agarra La Hoja del Lunes y pide lo de siempre: un café con mucho azúcar, una compra de coñac y un gran vaso de sifón. En el relato, apenas nueve páginas, pasa muy poco, pero pasa mucho. Tendrán que buscar un ejemplar en librerías de viejo (lo publicó Taurus Ediciones en 1962).
5 Rick’s Café Americain, Casablanca (Casablanca, 1944)
Varios lectores me han reprochado, con razón, que no lo incluyera en la primera entrega. En mi descargo diré que esta sección tiene vocación de descubrimiento, por lo que a veces se quedan fuera cosas obvias. No es excusa: al café de Rick Blaine hay que volver siempre. Elijan entre HBO Max y Prime Video.
6 The Eagle, Londres (A 23 pasos de Baker Street, 1956)
Hay quien dice que Hitchcock habría hecho esta peli mejor que Henry Hathaway, pero a mí me encanta tal y como está. El pub tiene un papel importante en la historia: allí empieza todo el misterio, detrás de una pared de vidrio pulido. El protagonista, un escritor ciego (Van Johnson), parroquiano del establecimiento, escucha una extraña conversación que parece apuntar hacia la inminente comisión de un grave delito. ¿Es un riesgo real o es una creación de su imaginación literaria? La investigación, en un Londres brumoso y bellísimo, será todo un desafío. No se olviden de The Eagle, porque volverá a aparecer en la trama. Se puede ver en Filmin.
7 Black Prince Pub, Londres (Kingsman: Servicio secreto)
El Black Prince es el pub favorito de Eggsy y sus amigos. Anticuado y decadente, papel de pared victoriano y cortinas de encaje, el pub acoge la mejor escena de la película: la escena en la que Harry deja bien claro que los modales hacen al hombre. Disponible en Disney +
8 Donovan’s, Haleakaloha (La taberna del irlandés, 1963)
La taberna de Donovan está en la isla de Haleakaloha, en un idílico rincón de la Polinesia francesa. Su propietario es Michael “Guns” Donovan (John Wayne), y su cliente más ilustre es su antiguo compañero de armas Thomas “Boats” Gilhooley (Lee Marvin). Los dos comparten barra, risas y una curiosa tradición: liarse a guantazos una vez al año, el día del cumpleaños de ambos. Su vida apacible en los mares del Sur se complicará con la llegada a la isla de una elegante señorita.
Esta celebración de la vida, el humor, la amistad, el exotismo y las tabernas está hecha con los ingredientes exactos para pasárselo bien. Es un divertimento, pero un divertimento de John Ford, y con John Ford hasta los divertimentos hay que tomárselos muy en serio. Está en Prime Video.
9 Bar Wonder, La Habana (Nuestro hombre en La Habana, Graham Greene)
Otro divertimento, este literario. Nuestro hombre en La Habana comienza en el Bar Wonder, el local favorito del protagonista, Jim Wormold, de profesión: vendedor de aspiradoras. Allí se sirven daiquiris bien fríos y cerveza Tropical. Corren los años 50 y en Cuba hay rumores revolucionarios. Historia de espías, derrochante de imaginación y guasa, fue incluida por la Mystery Writers of America en su lista de las cien mejores novelas de misterio de todos los tiempos, aunque yo no tengo nada claro que sea una novela de misterio. Léanla y me cuentan.
La ha editado recientemente Debolsillo, aunque hay muchas y bonitas ediciones viejas.