Tras décadas de abandono y de una prolongada etapa en el mercado inmobiliario, el Convento de La Merced de Trujillo inicia un nuevo capítulo de su historia. La Fundación Obra Pía de los Pizarro ha adquirido el edificio para hacerlo sede del Museo de Arte Iberoamericano Contemporáneo y el Centro de Estudios Americanos, en línea con la vocación fundacional de la entidad.
La compra, formalizada a través de la sociedad Jarilla y Barrantes Cervantes SLU, ha sido comunicada por la propia Fundación este domingo. Con ella, la Obra Pía refuerza su apuesta por los vínculos culturales entre España y el Perú y sitúa a Trujillo en el eje de un proyecto que combina recuperación patrimonial y proyección internacional.
El edificio, uno de los conjuntos históricos más significativos de la ciudad, debe su origen a la Orden de la Merced y a la protección institucional del Concejo trujillano, así como al patrocinio de la familia Pizarro. La mayor parte del convento que hoy se conserva fue levantada en la segunda mitad del siglo XVII, entre 1660 y 1680, y responde a un lenguaje arquitectónico austero, heredero del herrerianismo, suavizado por la presencia de elementos barrocos en portadas y detalles constructivos.
A esa dimensión material se suma un legado cultural de primer orden. El convento estuvo estrechamente ligado a fray Gabriel Téllez, Tirso de Molina, quien mantuvo una relación directa con la comunidad mercedaria y llegó a desempeñar el cargo de comendador entre 1626 y 1629. Su paso por La Merced otorga al edificio un valor simbólico que trasciende lo estrictamente patrimonial.
Un inmueble degradado tras años sin intervención
Durante los últimos años, el convento fue objeto de sucesivos intentos de venta mientras su estado de conservación se deterioraba de manera progresiva. La ausencia de una intervención integral acabó convirtiendo el edificio en uno de los ejemplos más visibles de patrimonio histórico pendiente de recuperación en Trujillo.
La operación no afecta por igual a todo el conjunto. La iglesia del convento permanece fuera de la compra, al ser propiedad del Ayuntamiento de Trujillo. En los últimos años, el templo ha venido desempeñando una función social y cultural, acogiendo actos públicos y actividades promovidas desde el ámbito municipal.
Con esta adquisición, la Obra Pía de los Pizarro se dispone a devolver al Convento de La Merced un papel central en la vida cultural de la ciudad. Si los planes de rehabilitación se desarrollan conforme a lo previsto, el antiguo cenobio se convertirá en un espacio dedicado al arte contemporáneo iberoamericano y en un referente de la vocación americanista que la fundación mantiene en Trujillo desde hace décadas.


