Gracias a la reciente teatral y muy televisada dimisión del que fuera presidente del CGPJ, se hacía patente y podemos aclarar lo que el órgano aborrece y lo que apacienta, a mayor calma del rebaño (léase el pueblo) y a mayor gloria del poder (el que ha dejado España como una mera mala broma y sombra desdibujada de lo que fuimos y deberíamos ser). Los hechos son los siguientes, que limito a tres para continuar en 14 días con lo que apacienta nuestro poder —incluido el CGPJ— ante la sed de justicia y el interés social nunca satisfecho:
4 Apacienta la destrucción de 108 barreras de agua que ha sucedido en los últimos años en España. Nos están dejando sin agua y después dirán que la culpa es de la sequía (si no de Putin o del Putin de turno que nos pongan encima de la mesa con las televisiones a las horas de desayunar, comer, merendar y cenar) y nos impondrán restricciones y precios desorbitados para robarnos aún más nuestra calidad de vida y nuestro poco patrimonio.
5 Apacienta la destrucción de un enorme número de millones de viales de las mal llamadas vacunas contra el virus, que sólo han servido para financiar a la industria farmacéutica. Eso incluye la falta de investigación y de rendición de cuentas de aquellos del “yo me vacuno seguro”, cuando ha quedado acreditado que la pócima no es simplemente que no fuera inocua, sino que además ha producido un número muy importante de efectos secundarios y de secuelas en sus cándidos receptores.
6 Apacienta la traición permanente de un importante número de nuestros dirigentes que con intereses personales en Marruecos, han hecho de lobistas para los designios del régimen dictatorial, en contra de la propia justicia social española y nuestra evolución y potencial histórico (traición a más de medio millón de saharauis incluida).
7 Apacienta el hecho gravísimo, que casi no tiene parangón en el mundo, de una inmersión lingüística que machaca los derechos de los españoles que quieren escolarizar plenamente a sus hijos en español, una de las lenguas más determinantes del mundo, mientras que los partidos de izquierda, con una importante ración de hipocresía, llevan a sus retoños a estudiar en colegios privados que tienen modelos de educación trilingües.
8 Apacienta que la entrada en la Unión Europea supusiese el hecho más desgraciado que haya sufrido España desde la Guerra Civil: una Unión Europea que ha destruido nuestro sistema educativo superior con el Plan Bolonia, que ha destruido nuestra independencia alimentaria dejándonos también a merced de nuestros mayores enemigos: Francia y Marruecos, y que destruyese nuestra capacidad industrial con la falsa Reconversión Industrial de Felipe González Márquez, que lastró España al convertirla económicamente en un país de camareros.
9 Apacienta que los españoles no hayamos sabido la verdad sobre lo ocurrido el 11 de marzo de 2004, punto de inflexión y de cambio de régimen en España. Con la complicidad del sistema mediático perfectamente controlado, con un duopolio que esconde todo lo que es noticia, y convierte en noticia aquello que está sólo en las historietas que apuntalan ideologías disolventes, planificadas para dividir y enfrentar a la gente con sus propios compatriotas.
10 Apacienta que no haya consecuencias de haber tenido un Gobierno que nos encerró en casa de la forma más inconstitucional y salvaje posible de todas las que se hicieron (excluyendo el régimen dictatorial-comunista de China) y que además cerró ilegal e inconstitucionalmente el Parlamento, algo que no había sucedido en Europa desde el Decreto Habilitante de la Alemania de 1933. Es ahí donde se esconde la venganza que el Partido Socialista quiere y planea como la Espada de Damocles, sobre el mínimo de independencia judicial que aún salvamos y sobre el Tribunal Constitucional, para que una sentencia en contra de los designios del Gobierno más totalitario de los últimos 45 años en España no pueda volver a producirse. Así volvemos al punto 1 de nuestra lista, porque este es el círculo de podredumbre del sistema, que impide que podamos tener libertad, crecimiento y justicia social en España.