Nos adentramos en una de las épocas más maravillosas del año: Navidad. Es tiempo de familia, de reencuentros, de más tiempo con amigos, de detalles con nuestros seres más queridos… Y de buen cine en casa. Ahora bien, hay algunas películas que, siendo navideñas, no encajan en el imaginario común en ese subgénero cinematográfico. Sea por lo que sea, nuestro subconsciente las sitúa en otro espacio de nuestros pensamientos y recuerdos. Aquí van tres películas navideñas. Atípicas, pero navideñas, al fin y al cabo.
JUNGLA DE CRISTAL (1988), DE JOHN MCTIERNAN
Sí, han leído bien. La primera película atípicamente navideña de esta lista es la historia de un policía neoyorquino que viaja a Los Ángeles para hacer las paces con su mujer. Su esposa trabaja en la torre Nakatomi y se encuentra celebrando la cena de empresa durante la tarde del 24 de diciembre. Sin embargo, unos terroristas alemanes estropean los planes de John McClane (Bruce Willis): él sólo quería reconducir su matrimonio y… Tendrá que enfrentarse a toda una organización terrorista. Jungla de cristal (Die hard en inglés) es un clásico del cine de acción cuya trama se sitúa en un contexto navideño. De hecho, varias líneas de guion nos recuerdan varias veces en qué momento del año se sitúa la narración. Sus frases antológicas para la historia del cine, sus justas dosis de humor y un gran villano animan a decantarse por este largometraje durante las vacaciones navideñas. Yippee ki yay, mother ******.
LOS TRES PADRINOS (1948), DE JOHN FORD
Los nombres de los tres Reyes Magos en el Hollywood clásico se reducían a uno solo para Orson Welles: John Ford, John Ford y John Ford. El genio del parche y sus exabruptos cortantes -para la historia las escenas que nos dejó en su entrevista con Peter Bogdanovich- también quiso hacer una incursión en el subgénero navideño sin que se notara tanto. Los tres padrinos es la historia de tres forajidos reconvertidos en responsables de un recién nacido. Este imprevisto les obligará a reorientar sus planes: de robar bancos a cambiar pañales en medio de áridos paisajes del Lejano Oeste. La historia no es un western sin más: está repleta de símbolos y proyecta una enseñanza moral potente de carácter redentor. Además, salen John Wayne y Ward Bond como el líder de los delincuentes y el sheriff del pueblo, respectivamente: dos actorazos habituales en la filmografía del, para muchos, mejor director de la historia del cine. Este clásico del Hollywood de la edad de oro gustará a grandes y pequeños.
ATRAPADO EN EL TIEMPO (1993), DE HAROLD RAMIS
Una de acción, un western y… Una comedia. ¿Soy el único que relaciona esta película con la temporada navideña? Ya sea por la nieve o porque su mensaje encaja bien en el espíritu de la Navidad, para mí Atrapado en el tiempo es un must de estas entrañables fiestas a pesar de que la historia no transcurre en Navidad. Phil (un divertidísimo Bill Murray) es un egocéntrico meteorólogo de televisión que, como cada año, viaja en febrero al pueblo de Punxsutawney (a ver si se atreven a pronunciarlo: mejor decir que está en Pensilvania) para cubrir su gran evento del año: el Día de la Marmota. El animal, de nombre también Phil, protagoniza un curioso rito con décadas de historia donde determina si el invierno durará más o menos semanas. Sin embargo, esta ocasión es especial: una tormenta de nieve obliga a nuestro protagonista a hacer noche en la ciudad y despierta al día siguiente… en el Día de la Marmota otra vez. Este fenómeno interminable generará algunas de las escenas más cómicas y tronchantes del cine de los 90. Me están entrando ganas de volver a verla con sólo recordarlas.


