Empiezo el repaso a los mejores artículos de junio con una pizca de nostalgia personal. Un recuerdo de mis viajes por Bolivia, donde estuve destinado entre 2016 y 2019, es el de esos tipos curiosamente rubios, ataviados con peto —ellos— o vestido largo —ellas—, que uno se encontraba a bordo de una carreta de caballos o vendiendo queso en los parques. Tan trabajadores como herméticos, poco conocidos incluso por quienes se los cruzan a diario, en constante expansión demográfica, los menonitas son mucho más que una excentricidad histórica.
David Román se luce en Ideas con un análisis de «su estilo de vida familiar, pacífico y conservador», enfocándose especialmente en el caso de Paraguay. No se trata, ni mucho menos, de saltar de la opción benedictina de Rod Dreher a una hipotética opción menonita, pero hay cosas que podemos aprender, nos dice el texto, de estas industriosas comunidades.
Hablando de nostalgia, nadie en mi generación la trabaja mejor como material columnístico que Esperanza Ruiz. Este mes, a propósito de la muerte de Françoise Hardy, lo mezcla con otro de los temas a los que más brillo le saca: la política francesa, en particular, y la europea, en general. Pásense por La Gaceta.
Mi entrevista favorita del mes es la que le hace Victoria Flores a Jaime García-Máiquez, investigador del gabinete de documentación técnica del Museo del Prado, en El Correo de Andalucía. La entrevistadora le saca un título digno de ser enmarcado: «Uno sale de ver a Velázquez sabiendo que la vida es una aventura que merece la pena».
De la aventura a la comedia: Armando Pego disecciona este mes una de las grandes joyas del género en España, La vida en un hilo, del polifacético Edgar Neville. Especialmente bien tirada la comparación con ¡Qué bello es vivir! El texto se publicó en Ideas y la peli está en FlixOlé.
Me dejo para el final el texto más largo y sustancioso. Esteban Hernández lo ha titulado Taylor Swift, Florentino y Pola de Siero: la clave de la política contemporánea, nada menos, y apareció en El Confidencial (exclusivo para suscriptores). Lleva un rato y va bien cargado de conceptos, pero uno llega al final sabiendo un poco más del mundo que le rodea, y eso es algo que no puede decirse de muchos artículos. Por algo ha merecido llegar, en compañía de los otros cinco, a las costas de Haleakaloha.