Lo de hacer listas es una de esas tareas agradables y provechosas en el corto plazo, en tanto uno la está haciendo, pero completamente insatisfactoria en el largo. Cuando con el tiempo se ve publicada la lista uno se sorprende por la ausencia de tal o cual elemento, que si debería haber incluido esto, que si lo otro tendría que haberse quedado fuera. Estoy seguro de que, a mí, una vez publicada esta idea de ciento y pico títulos, me ocurrirá. Es más, sé que además de mi propia insatisfacción futura vendrá la insatisfacción de alguno de ustedes que, acertadamente, me sugerirán o me llegarán a reprochar haberme olvidado de ese nombre tan imprescindible. Perdóneme de antemano, si es que pueden. En cualquier caso, me excuso en que, como saben, la confección de estos dichosos inventarios es algo que depende de muchos factores y, principalmente, si es de películas de lo que estamos hablando influye sustantivamente lo que uno haya visto, o vuelto a ver, últimamente. También influye la siempre imperfecta memoria y, claro está, el capricho.

Confieso ahora que siempre he sido de los que creen que las películas favoritas, las que escogeríamos cuando nos hacen la ridícula pregunta de difícil respuesta de «¿cuáles te llevarías a una isla desierta?», son algo que varían según el día y la hora, casi tanto como el estado de ánimo, pero con los años me voy dando cuenta de que algunas permanecen todos los días y año tras año, sin capricho o error. De un tiempo a esta parte mantengo, además, que en las décadas de los cincuenta y los sesenta del siglo XX se han hecho las mejores cintas de la historia del cine. No sé por qué, quizá por coincidencia en el mundo de un grupo de directores, guionistas, productores, actores, en definitiva, cineastas que supieron sacar lo mejor para todos nosotros o, quizá, porque cualquier tiempo pasado fue mejor y yo soy un doliente más de lo del síndrome de la edad de oro.

En fin, que aquí les dejo unas ciento veinte películas que demuestran lo que les digo. Historia del cine, amigos.

  • Eva al desnudo, de Joseph L. Mankiewicz, 1950.
  • Caravana de paz, de John Ford, 1950.
  • El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder, 1950.
  • En un lugar solitario, de Nicholas Ray, 1950.
  • El río, de Jean Renoir, 1951.
  • El enigma de otro mundo, de Howard Hawks, 1951.
  • Un lugar en el sol, de George Stevens, 1951.
  • El gran carnaval, de Billy Wilder, 1951.
  • El mundo en sus manos, de Raoul Walsh, 1952.
  • Las nieves del Kilimanjaro, de Henry King y Roy Ward Baker, 1952.
  • Solo ante el peligro, de Fred Zinnemann, 1952.
  • Operación Cicerón, de Joseph L. Mankiewicz, 1952.
  • El hombre tranquilo, 1952.
  • El sol siempre brilla en Kentucky, de John Ford, 1953.
  • Vacaciones en Roma, de William Wyler, 1953.
  • Sabrina, de Billy Wilder, 1954.
  • La ventana indiscreta, de Alfred Hitchcock, 1954.
  • Crimen perfecto, de Alfred Hitchcock, 1954.
  • La condesa descalza, de Joseph L. Mankiewicz, 1954.
  • Los siete samuráis, de Akira Kurosawa, 1954.
  • Siete novias para siete hermanos, de Stanley Donen, 1954.
  • Locuras de verano, de David Lean, 1955.
  • El hombre del brazo de oro, de Otto Preminger, 1955.
  • Marty, de Delbert Mann, 1955.
  • La noche del cazador, de Charles Laughton, 1955.
  • Atrapa a un ladrón, de Alfred Hitchcock, 1955.
  • Moby Dick, de John Huston, 1956.
  • Atraco perfecto, de Stanley Kubrick, 1956.
  • Más allá de la duda, de Fritz Lang, 1956.
  • Centauros del desierto, de John Ford, 1956.
  • El séptimo sello, de Ingmar Bergman, 1956.
  • La invasión de los ladrones de cuerpos, de Don Siegel, 1956.
  • El hombre que sabía demasiado, de Alfred Hitchcock, 1956.
  • Fresas salvajes, de Ingmar Bergman, 1957.
  • Senderos de gloria, de Stanley Kubrick, 1957.
  • Tú y yo, de Leo McCarey, 1957.
  • Una cara con ángel, de Stanley Donen, 1957.
  • Testigo de cargo, de Billy Wilder, 1957.
  • Doce hombre sin piedad, de Sidney Lumet, 1957.
  • Ariane, de Billy Wilder, 1957.
  • El puente sobre el río Kwai, de David Lean, 1957.
  • Noches blancas, de Luchino Visconti, 1957.
  • Indiscreta, de Stanley Donen, 1958.
  • Horizontes de grandeza, de William Wyler, 1958.
  • Buenos días, tristeza, de Otto Preminger, 1958.
  • Mesas separadas, de Delbert Mann, 1958.
  • Vértigo, de Alfred Hitchcock, 1958.
  • Río Bravo, de Howard Hawks, 1959.
  • Operación Pacífico, de Blake Edwards, 1959.
  • Días sin vida, de King Vidor, 1959.
  • Anatomía de un asesinato, de Otto Preminger, 1959.
  • De repente, el último verano, de Joseph L. Mankiewicz, 1959.
  • Con la muerte en los talones, de Alfred Hitchcock, 1959.
  • Misión de audaces, de John Ford, 1959.
  • Los cuatrocientos golpes (Los 400 golpes), de François Truffaut, 1959.
  • Con faldas y a lo loco, de Billy Wilder, 1959.
  • La dolce vita, de Federico Fellini, 1960.
  • Rocco y sus hermanos, de Luchino Visconti, 1960.
  • La herencia del viento, de Stanley Kramer, 1960.
  • Los que no perdonan, de John Huston, 1960.
  • Página en blanco, de Stanley Donen, 1960.
  • El apartamento, de Billy Wilder, 1960.
  • Espartaco, de Stanley Kubrick, 1960.
  • Al final de la escapada, de Jean-Luc Godard, 1960.
  • Plácido, de Luis García Berlanga, 1961.
  • Desayuno con diamantes, de Blake Edwards, 1961.
  • La calumnia, de William Wyler, 1961.
  • Uno, dos, tres, de Billy Wilder, 1961.
  • Dos cabalgan juntos, de John Ford, 1961.
  • Vencedores o vencidos, de Stanley Kramer, 1961.
  • Rebelión a bordo, de Lewis Milestone y Carol Reed, 1962.
  • Lolita, de Stanley Kubrick, 1962.
  • ¡Hatari!, de Howard Hawks, 1962.
  • La gata negra, de Edward Dmytryk, 1962.
  • Jules y Jim, de François Truffaut, 1962.
  • La fragata infernal, de Peter Ustinov, 1962.
  • El cabo del terror, de J. Lee Thompson, 1962.
  • El infierno del odio, de Akira Kurosawa, 1962.
  • El hombre que mató a Liberty Valance, de John Ford, 1962.
  • Días de vino y rosas, de Blake Edwards, 1962.
  • Suave como el visón, de Delbert Mann, 1962.
  • El ángel exterminador, de Luis Buñuel, 1962.
  • Matar a un ruiseñor, de Robert Mulligan, 1962.
  • El verdugo, de Luis García Berlanga, 1963.
  • El gatopardo, de Luchino Visconti, 1963.
  • La pantera rosa, de Blake Edwards, 1963.
  • El desprecio, de Jean-Luc Godard, 1963.
  • Charada, de Stanley Donen, 1963.
  • Irma, la dulce, de Billy Wilder, 1963.
  • La gran evasión, de John Sturges, 1963.
  • Encuentro en París, de Richard Quine, 1964.
  • Por un puñado de dólares, de Sergio Leone, 1964.
  • Teléfono rojo: volamos hacia Moscú, de Stanley Kubrick, 1964.
  • Operación Whisky, de Ralph Nelson, 1964.
  • La noche de la iguana, de John Huston, 1964.
  • My Fair Lady, de George Cukor, 1964.
  • Goldfinger, de Guy Hamilton, 1964.
  • Campanadas a medianoche, de Orson Welles, 1965.
  • La muerte tenía un precio, de Sergio Leone, 1965.
  • Viento en las velas, de Alexander Mackendrick, 1965.
  • Pierrot el loco, de Jean-Luc Godard, 1965.
  • Mayor Dundee, de Sam Peckinah, 1965.
  • Doctor Zhivago, de David Lean, 1965.
  • Alfie, de Lewis Gilbert, 1966.
  • Cómo robar un millón y…, de William Wyler, 1966.
  • El Dorado, de Howard Hawks, 1966.
  • En bandeja de plata, de Billy Wilder, 1966.
  • El bueno, el feo y el malo, de Sergio Leone, 1966.
  • Fahrenheit 451, de François Truffaut, 1966.
  • Dos en la carretera, de Stanley Donen, 1967.
  • Casino Royale, de John Huston, Ken Hughes, Val Guest, Robert Parrish y Joseph McGrath, 1967.
  • Mujeres en Venecia, de Joseph L. Mankiewicz, 1967.
  • Adivina quién viene a cenar, de Stanley Kramer, 1967.
  • La extraña pareja, de Gene Saks, 1968.
  • El guateque, de Blake Edwards, 1968.
  • Besos robados, de François Truffaut, 1968.
  • La noche de los gigantes, de Robert Mulligan, 1968.
  • Italian Job, de Peter Collinson, 1969.
  • Toma el dinero y corre, de Woody Allen, 1969.
  • Mi noche con Maud, de Éric Rohmer, 1969.

Buen provecho. ¿Cuáles añadirían?

Iñako Rozas
Abogado. Dirijo «La Trinchera». Subrayo con regla, tomo el café en taza blanca y lo de enamorarse me pone nervioso. Hablo de cine y vida, valga la redundancia. Muy de Cary Grant.