La izquierda está muy molesta con Amancio Ortega porque en los últimos días ha ingresado 646 millones por dividendos de Inditex, el Supremo ha decidido que Hacienda le devuelva 215.000 euros y, una vez más, Forbes le ha nombrado, junto a su hija, el más rico de España.

Lo que nunca contarán los izquierdosos es el origen trabajador y humilde de la familia, la enorme capacidad de superación, el esfuerzo titánico que requiere conseguir llegar a lo más alto, los puestos de trabajo que crea, los impuestos que paga dentro y fuera de España, las enormes cantidades de dinero aportadas a la sanidad pública, a la lucha contra el cáncer, a Cáritas, el material sanitario que donó durante lo peor de la pandemia, etc.

No lo contarán porque es el ejemplo perfecto del éxito conseguido a través del sacrificio, el mérito y la generosidad. Amancio hace posible que miles de personas sean independientes y libres gracias a un sueldo y un trabajo con buenas condiciones, lo opuesto al hombre nuevo socialista, esclavo del Estado que recoge las migajas y no puede ni quiere competir porque está sometido a la igualdad más injusta.

En el otro lado del tablero tenemos la vaquería de los Sánchez-Díaz y sus burócratas que ordeñan las vacas hasta dejarlas secas. Una colección de cretinos sin currículum fuera de la política, que se dedican a despilfarrar el dinero público es sus chiringuitos ideológicos, en la compra de votos y en propaganda.

El gobierno con menos apoyo parlamentario es el más caro de la historia, el que tiene mayor número de ministros, vicepresidencias y altos cargos. Acumula ya más de 1.200 asesores elegidos a dedo. También es el gobierno con la mayor tasa de paro de la Unión Europea, líder indiscutible en desempleo juvenil. Pero los medios están empeñados en vender una recuperación inexistente que no llega ni a rebote y unas cifras de paro vergonzosamente maquilladas con un empleo público disparado que no cuenta a los trabajadores en ERTE ni a los autónomos en cese de actividad. Todavía no nos han explicado Yolanda y los medios vasallos si la falsa recuperación es gracias o a pesar de la reforma laboral que el Ejecutivo piensa «modificar».

Dos modelos para España

Mientras Amancio Ortega y otros héroes contemporáneos como Juan Roig son vilipendiados por la yihad zurda pesoísta y podemita, Yolanda, la ministra del paro que se manifiesta con los sindicatos el 1 de mayo, se viste por fin de mujer y luce pelo Pantene en las entrevistas, se pasea en Falcon y coche oficial gracias al dinero de los que crean riqueza y aceptan dejar el fruto de su trabajo en este infierno fiscal. Porque los chiringuitos, la propaganda, el sueldo y la vida de focos y alfombras rojas que lleva la vaquera Díaz salen de las ubres de estos grandes empresarios y de los dueños de pymes que siguen dejándose sangre, sudor y lágrimas para mantener este Estado mastodóntico e ineficiente que no tiene para equipos de protonterapia como los donados por el fundador de Zara, pero sí para campañas que eviten «estereotipos de género» en la compra de juguetes.

Vosotros decidiréis si el modelo que queréis para vuestros hijos y nietos es el de los individuos libres que pueden prosperar por méritos propios y ser independientes gracias a un mercado laboral liberalizado o el de los que limpian las boñigas en el cortijo de los Sánchez-Díaz.