El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost es el 267º Papa de la Iglesia desde las 18.08 de este jueves, cuando el jolgorio de la Plaza de San Pedro se ha transformado en ruido atronador: fumata blanca. ¡Habemus Papam! Todas las especulaciones de los días pasados entonces se han convertido en certeza: en la cuarta votación, como en la elección de Benedicto XVI, ha sido elegido el misionero agustino como nuevo pontífice, con el nombre de León XIV.
Antes de que el cardenal protodiácono Mamberti se haya asomado por el balcón, una certeza recorría los corrillos de prensa: tras una primera elección alargada por motivos desconocidos —todo apunta a la meditación del cardenal Raniero Cantalamessa—, la rapidez de la fumata blanca reducía los posibles candidatos: el nombre del Secretario de Estado Pietro Parolin resonaba en la tribuna de prensa. Pero no. Era un agustino de ascendencia española el que, de forma sorprendente, se ha convertido en el nuevo obispo de Roma. Así, se ha dirigido a los fieles visiblemente emocionado. Lágrimas a ambos lados del balcón.
Cuatro minutos antes, las 18.04 horas de la tarde por la Plaza de San Pedro ha circulado un murmullo enrarecido. En la tribuna de prensa los cientos de periodistas acreditados se han amontonado sobre la barandilla: algo estaba pasando. Al minuto la conclusión era clara: falsa alarma. Como en las votaciones anteriores, una gaviota romana se ha posado sobre la chimenea de la Capilla Sixtina, causando un revuelo entre los miles de fieles congregados bajo el sol de Roma. Pero en efecto algo estaba pasando.
Su rostro afable y sus constantes saludos a la plaza han cautivado a los miles de peregrinos y romanos, fundidos en la masa de la catolicidad —que en eso consiste—. Todos coreaban su nombre: «Leo, Leo, Leo». Desde 1903, con la muerte de León XIII, no se volvía a escuchar en esta plaza un nombre semejante. Precisamente dirá mucho a lo largo de su pontificado esta asimilación con su predecesor, de gran sensibilidad social, y autor de la famosa Rerum novarum.
Su biografía nos da algunos datos más. Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, Prevost es hijo de Louis Marius Prevost y Mildred Martínez, de ascendencia española. En 1977, ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín y profesó sus votos solemnes en 1981. Fue ordenado sacerdote en 1982.
Obtuvo una licenciatura en Matemáticas por la Universidad de Villanova, una Maestría en Divinidad por la Catholic Theological Union de Chicago, y tanto la licenciatura como el doctorado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma. Su tesis doctoral se centró en El papel del prior local en la Orden de San Agustín.
En 1985, Prevost inició su labor misionera en Perú, desempeñándose como canciller de la Prelatura Territorial de Chulucanas. Durante más de una década, dirigió el seminario agustiniano en Trujillo y enseñó Derecho Canónico en el seminario diocesano, donde también fue prefecto de estudios. Su compromiso con las comunidades peruanas lo llevó a obtener la nacionalidad peruana en 2015.