Los socios comerciales de la Unión Europea se han vuelto cada vez menos democráticos a lo largo de los últimos 25 años, en contradicción con las teóricas metas de política comercial sostenible de Bruselas, según el propio Banco Central Europeo, que recuerda que «la política comercial de la UE tiene como objetivo garantizar que el desarrollo económico vaya de la mano de los valores democráticos y sociales», recuerdan los autores.
La institución comunitaria atribuye este deterioro a varias razones, como el mayor peso en las importaciones de países menos democráticos y la disminución de la administración democrática entre los socios comerciales tradicionales de la UE. Además, sostiene que, a pesar de sus promesas, «la UE comercia cada vez más con países gobernados por autócratas y dictadores».
En su análisis de las tendencias comerciales durante los últimos 40 años de la UE como bloque formado por 15 de sus miembros más antiguos, incluidos España y el Reino Unido antes del Brexit, el índice de comercio ponderado por democracia (DWTI) muestra que, entre 1985 y finales de la década de 1990, la puntuación mejoró significativamente, reflejando la democratización en Europa del Este, Iberoamérica y Asia Oriental, alcanzando una puntuación máxima de 0,59 sobre 1 en 1999.
Sin embargo, entre 1999 y 2022, la puntuación DWTI de la UE de los 15 disminuyó gradualmente en aproximadamente un tercio, alcanzando un mínimo histórico de 0,41 puntos en 2022, con una evolución prácticamente similar en cada Estado miembro, lo que sugiere que, tanto en conjunto como individualmente, las democracias europeas consolidadas se han vuelto menos propensas a rechazar a socios comerciales autocráticos en los últimos 25 años. «A pesar de los compromisos explícitos, la calidad democrática del comercio de la UE se ha visto afectada», reconoce el BCE.
Por otro lado, el estudio descarta que el deterioro de los resultados responda exclusivamente al creciente peso del comercio de la UE con China, aunque reconoce un impacto, así como tampoco a un empeoramiento democrático global, ya que la calidad democrática fuera de los países UE de los 15 en los últimos 25 años ha mejorado.
De este modo, desde el banco se apunta a la combinación de factores como la reasignación gradual de las importaciones de la UE de los 15 «a favor de países menos democráticos», así como a la disminución de la «calidad de la gobernanza» en los socios comerciales de la UE de los 15. «El deterioro de la calidad de la gobernanza democrática de su socio comercial promedio desde 1999 puede percibirse como incompatible con los objetivos de política comercial sostenible de la UE de respetar los derechos democráticos, humanos y sociales», insiste el BCE.
Es tal la tendencia que el organismo dvierte de que comerciar con dictadores equivale a generar beneficios para regímenes que a menudo tienen una agenda explícitamente imperialista, lo que alimenta riesgo geopolítico y tiene implicaciones para todos los aspectos del orden económico global, incluyendo la política monetaria, la estabilidad financiera y los flujos internacionales de capital, especialmente para una economía tan dependiente del comercio exterior como la europea.