Día de Colón

La Asociación Nacional Cristóbal Colón ha celebrado el Día de la Hispanidad delante del monumento al navegante genovés de la plaza de la Union Station, a escasos metros del Capitolio de los Estados Unidos, con la presencia de representación española e italiana.

El Día de Colón se celebra en lunes como casi todos los festivos federales, y en Washington, es decir en el Distrito de Columbia —única circunscripción del país nombrada en su honor—, ha vivido tiempos mejores, pero también peores. Este año, aun a tres semanas de las elecciones presidenciales, se ha podido desarrollar de manera pacífica, algo lejos ya de las revueltas racistas de 2020, aunque ante el desprecio habitual de la Administración Biden-Harris y de todo el Partido Demócrata.

Un camino marcado y refrendado el primer año de Joe Biden como inquilino de la Casa Blanca, cuando renombró el segundo lunes de octubre como el Día de los Pueblos Indígenas, y otorgó libertad a los gobiernos locales y estatales para elegir qué celebrar, apoyado por un discurso de Kamala Harris en el que se refirió al Descubrimiento de América como una obra de «aquellos exploradores que iniciaron una ola de devastación».

«Un abuelo» para los Estados Unidos

La presión política y el desprecio mediático no parecen preocupar en gran medida a los miembros de la Asociación Nacional Cristóbal Colón, que consideran al navegante «en cierto sentido, un abuelo para nuestro país».

El marino, que llegó a América en nombre de los reyes Isabel y Fernando —así lo recuerda una de las banderas—, fue «el primero que vinculó las civilizaciones de los hemisferios oriental y occidental de una manera que hizo posible la comunicación e interacción continuas entre ellas, y el primero que trajo la fe cristiana, que ahora impregna prácticamente todas las áreas del continente».

Un monumento centenario

El monumento nacional a Colón en Washington, aunque erigido en 1907, fue inagurado de manera oficial, presidencial, en junio de 1912, en una ceremonia presidida por el secretario de Estado, Philander Knox, multitudinaria para la época —y para hoy—, que conmemoró el cuarto centenario del descubrimiento de América.

El entonces presidente William Howard Taft fue el orador principal, acompañado por la mayoría de sus secretarios (ministros), varios jueces de la Corte Suprema, incluido el presidente Edward Douglass White, numerosos miembros del Congreso y el juez de la Corte Suprema de Nueva York Victor Dowling.

Se estima que 150.000 estadounidenses se reunieron en Washington llegados de todo el país para unos actos, que incluyeron un desfile desde la Casa Blanca hasta el monumento.